La producción de clones de castaño híbrido puede realizarse utilizando diversas técnicas, como son el acodo bajo con cepas madre, el estaquillado o esquejado, el injertado o el cultivo in vitro. Todas ellas son técnicas de reproducción asexual, encaminadas a obtener plantas genéticamente iguales a sus progenitores.
En Viveiros Refoxos, para la producción de clones híbridos resistentes a la tinta, utilizamos exclusivamente el sistema de acodo bajo, es decir, mediante el recepado de las plantas madre, que emiten nuevos brotes y al final del proceso productivo se convertirán en plantas independientes.
Para poder comprender todo el proceso productivo de forma más sencilla, lo compartimos en imágenes:
1. Comienzo del proceso, realizando trabajos previos encaminados a preparar el terreno. Los nuevos brotes de las cepas madre comienzan a desarrollarse (finales de marzo a principios de abril).
2. Una vez los brotes de las cepas madre alcanzan un nivel adecuado de desarrollo (finales de mayo), se procede a realizar el hormonado de los mismos para estimular la generación de raíces, tapando posteriormente con tierra la cepa madre y formando los característicos montículos.
Se trata de un proceso completamente manual, para así poder asegurar un trabajo de calidad. De él va a depender el óptimo enraizado de las futuras plantas.
3. A las pocas semanas, e incluso días, podemos apreciar la formación inicial de las raíces, y posteriormente cómo se comienza a formar la micorriza en forma de red o tela alrededor de las raíces.
El proceso de micorrización que seguimos en Viveiros Refoxos es natural, es decir, gracias a la introducción originaria de plantas micorrizadas con Boletus edulis, que hoy son cepas madre, la micorriza se va extendiendo en toda la parcela y, por ende, a las nuevas raíces de los brotes que emite la planta madre.
De esta forma, nos aseguramos una micorrización completa que permitirá en el futuro obtener un aprovechamiento micológico.
4. A lo largo del año se realizan trabajos de mantenimiento, entre los que destacan la poda, que asegurará la buena conformación de la planta, y el control de las malas hierbas, que compiten con las plantas por nutrientes, agua y luz, pudiendo incluso desarrollar una guerra química contra las plantas madre de castaño.
5. Finalmente, el proceso productivo termina en los meses de noviembre y diciembre con la retirada de la tierra de los montículos y la posterior separación de las plantas ya enraizadas e independientes de la planta madre.
Se procede en este momento a seleccionar y a clasificar la planta que cumple con los mejores estándares de calidad, para posteriormente ser etiquetada, embolsada y entregada al cliente en las mejores condiciones.