El castaño híbrido es una especie que se adapta perfectamente a una gran variedad de estaciones forestales y terrenos agrarios y en casi todos supera en crecimiento y producción al resto de frondosas. Sin embargo, a pesar de su adaptabilidad, es conveniente no plantar o repoblar con esta especie en terrenos que presenten las siguientes limitaciones:
- Exceso de humedad en el suelo
El exceso de agua en el suelo desplaza el aire e inhibe el desarrollo del sistema radical de las plantas.
El castaño híbrido particularmente no aguanta los suelos muy húmedos y la presencia temporal de niveles freáticos altos puede serle perjudicial. Por otro lado, en suelos encharcadizos y blandos las plantas jóvenes tienden a tumbarse y se producen curvaturas irreversibles que deprecian la madera. Además, aún tratándose de clones resistentes a enfermedades fúngicas como la tinta, no resisten una fuente continua de contagio como puede ser un terreno continuamente encharcado o bien un terreno con mala capacidad de drenaje.
- Poca profundidad del suelo
Los suelos con menos de 60 cm. de fondo o con presencia de un horizonte subsuperficial compacto dificultan el buen desarrollo del castaño híbrido. Los mejores suelos para plantar castaño deberán tener por lo menos un metro de profundidad y siempre que sea posible se deberá subsolar el terreno para ayudar a que las raíces profundicen. Cuando no sea posible la mecanización se harán hoyos profundos y bien perfilados.
- Deficiencias de nutrientes
Las exigencias nutricionales del castaño híbrido son mayores que en otras frondosas. Aunque puede vivir holgadamente en suelos poco fértiles, si queremos una plantación productiva y sana, deberemos buscar suelos más ricos y realizar los abonados y enmiendas pertinentes.
El crecimiento puede ser bajo en suelos con poco fósforo asimilable y con escasez de potasio. Este problema se corrige con abonados complejos ricos en P y K y con ocasionales enmiendas cálcicas cuando los suelos sean de una acidez excesiva.
- Exceso de nitratos
La fertilización excesiva limita el desarrollo de la raíces, disminuye la absorción de otros minerales y también el crecimiento de las plantas puesto que llega a provocar quemazones y desarrollo irregular de tejidos.
Los niveles altos de nitratos (como ocurre en prados) dan crecimientos muy vigorosos pero pueden ocasionar derribos y problemas de malformaciones. Las tierras agrarias (ideales para la producción frutera de castaña) requieren de la aplicación de técnicas silvícolas adecuadas, que se explican posteriormente.
- La falta de micorriza
La mayoría de los suelos forestales cuentan con presencia de hongos llamados micorrizas, que facilitan los procesos de absorción de nutrientes (sobre todo el fósforo) cuando se instalan en las raíces. La repoblación con castaño híbrido en montes anteriormente arbolados es una garantía de éxito. Por el contrario, la plantación de castaño en tierras agrarias, aunque se piense lo contrario, tienen mayores posibilidades de fracaso por estar menos micorrizadas.
En Viveiros Refoxos ofrecemos clones de castaño híbrido micorrizado con Boletus edulis, que favorece el éxito de la plantación y permite un aprovechamiento micológico complementario.
- Influencia del viento
En zonas muy expuestas, aunque tengan profundidad de suelo, se pueden producir desarraigos, tumbamientos y roturas de troncos y ramas.
Por eso, es conveniente elegir exposiciones abrigadas, emplear plantas de calidad con sistema radical bien formado y subsolar siempre que sea posible.